Caminando entre flores raras llegué a donde no debía y sentí, sentí que debía, y me fui; me fui y lloré. Miré en mi interior y supe, y supe lo que quiero ser. Quiero volver a ser, volver a ser un niño, aquel niño que fui; volver a ser aquello que fui, aquello que sentí, que fue, que fui. El resto es tiempo perdido, perdido en aventuras de creer que he vivido. Por eso quiero ser. Ser porque siento que me has sonreído. Porque esa sonrisa es. Es eso. El resto no tiene sentido. Es creer que hemos vivido. Y eso, eso no es ser un niño. Es un camino sin sentido. Prefiero la inocencia. La inocencia es la vida, el brillo; el brillo de las cosas. Sentir. Sentir el color, y el calor, ese calor que te quita el frío. Algo tan frágil, tan…
10 comentarios:
Que preciosidad! La inocencia es vida... cierto! no debería morir tan brutalmente como suele hacerlo.
Un beso!
sentir y ser
se conjugan en el silencio
besos
Gracias Ms Sheet. No debería, o no deberíamos permitirlo. Por tanto sólo cabe recuperarla.
Un beso para ti.
Diego
Llevas razón, Sunny; en ese silencio que es el sonido de Dios, donde todo es, sentir y ser...
Diego
Pues puedes serlo, eso siempre lo llevamos dentro, sólo se trata de sacar todas las cosas que le echamos encima, tarea ardua pero satisfactoria querido amigo, debes intentarlo.
Besos.
Yo siempre tengo ese niño dentro, siempre lo soy, a pesar de que en algunos moentos cueste. Pero está, nunca lo perdí, Ruth.
El escrito y sus imágenes...
Un beso.
Diego
nunca lo pierdas de vista...
te dejo mi beso
Jamás lo haré, Sandra; me perdería, y no, eso no.
Un beso para ti.
Diego
Volver a ser niño... podríamos jugar como antaño...
un beso
Como antaño y como hogaño, podemos tener la fortuna de las dos miradas.
Otro beso, y van tres; empieza a gustarme.
Diego
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