El dios de la lluvia derrama sus lágrimas de cristal, haciendo las soledades lentas en amaneceres rotos, entre jaurías de chacales, con el sonido lúgubre de las hienas, sobre el fulgor de huesos calcinados, mojando las almas yertas de los vivos, sobre sus restos; convirtiéndolo todo en la triste noche de los muertos. Y el canto de las plañideras se eleva a los cielos preñando con sus lamentos la suave brisa de de las estrellas fugaces que lo surcan, en la noche, portando los deseos insatisfechos.
Yo nací para los soles, para sentir tu aliento, entre humedales, en las caricias suaves de los tiempos de aroma, de azahar y de espliego. En el camino estrecho alejé las plegarias para convertir los hechos y derramar las aguas de un río de vida que fluye siempre entre miradas, para saciar tu sed en esta vida de ocres y salinidades, a cambio de nada.
Darte la mano, caminar erguido, alimentar el alma, sembrar marjales, eliminar desechos. Cada vez que te miro me quedo dentro. Cada vez que me miras me muero lento. Lo absoluto es así de intenso. Yo nací para sentirte, para llevarte prendida en mi interior, muy dentro; para respirarte, para trenzar la danza de tus despertares; para bailar la danza de los pétalos; para vivir la vida, contigo, sintiendo. Si quieres, sólo eso. Yo nací para sentirte, para hacer de la vida, en este momento, un tiempo especial.
6 comentarios:
Uf, qué bonito, esto es poesía. La entrega completa, 'nací para sentirte', ojalá existiese esa posibilidad. Un abrazo Diego..
Me alegro de que te guste, Andrea. Mil gracias por considerarlo así, viniendo de ti es todo un regalo.
Ojalá existiese, sí, ojalá existiese.
Un abrazo.
Diego
Me ha encantado encontrar un blog tan lleno de poesía. Me permito hacerme seguidora, no quiero perderme ni una más de sus palabras.
Un placer que lo hagas, y que lo consideres así, aunque no creo que llegue a eso, pero agradezco que lo sientas y que me lo digas, y que estés por aquí.
Un saludo, Curie.
Diego
Sentir así es amar la vida con sus alegrías y sus tristezas, es hacerse confidente y amante de la extraña aventura que se abre ante nuestros pasos para ser vivida.
Palabras llenas de sensibilidad, que armonizan a las almas cansadas.
Besos Diego.
Te doy toda la razón, y por tanto no puedo decir nada sino asentiry ver que entiendes de esas cosas, de la Vida, de los sentimientos...
Gracias por las tuyas, Ruth. Almas cansadas, a veces, por las cosas, pero con ansia de vida y que viven la vida con ansia también, degustándola, mirándola, sintiéndola.
Un beso.
Diego
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