Hay detalles que acercan, como la fragilidad de la aurora, hasta convertir los instantes, el tiempo, en piel.
Y hay detalles, también, que alejan con una constancia desgarradora, como un deceso anunciado, como el adiós a un ciego en el andén de una estación de tren, vacía, con la mano levantada, mirándote sin ver.
Y hay detalles, también, que alejan con una constancia desgarradora, como un deceso anunciado, como el adiós a un ciego en el andén de una estación de tren, vacía, con la mano levantada, mirándote sin ver.
10 comentarios:
se me encoge la piel...
o lo que es lo mismo, me ha encantado
La suma importancia del detalle, haciéndose piel u oscuridad.
Bellísima reflexión, Diego.
Un abrazo.
Tienes toda la razon sin duda. A mi me paso cuando me iba a Madrid en el tren un ciego saludando en una parada que fue donde baje yo y ami se me rompia el alma al verle porque solo se guiaba por el sonido que hacia el tren.
Hay detalles q se quedan...mmmm, si. M quedo con los q no resbalan!!!pero hay algunos q no se ven...oooooh!!!esos detalles d la imaginacion son los q nos crean!!!
Saluditos de la chica creadora jiji
Y hay detalles como pasearse por este blog y perderse en sus letras.
Un Bo ani novo Diego e felicidade.
Biquiños grandes.
El placer, por tu emoción, Yiyia, es mío.
Gracias.
Y esas frases tuyas, Marisa, tan...
Gracias por ellas y por estar.
Un abrazo
Qué cosas Lara.
Ahora si que me has dejado loco, Isabel. Pero son, sí, esos.
Un beso Doña Isabel, la chica creadora, y de qué manera.
Feliz año, Carmela. Que venga como te mereces. Un beso para ti también. Y gracias por tus palabras. Siempre tan amable.
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