Ante el miedo, la incertidumbre, el temor y los problemas, sólo cabe la delicadeza, la ternura, la suavidad y el amor. Cuando eso se produce, la sonrisa aparece en los labios, y en los ojos un brillo que aturde. El alma se agranda.
Y solo quiero
morir en tu mirada.
El dulce néctar.
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