3/7/07

A Pessoa

Y la suprema gloria de todo esto, amor mío, es pensar que quizás esto no sea verdad, ni yo lo crea verdadero.
Faltamos si entretuvimos (podemos morir si apenas amamos).

2/7/07

Algo de un cuento mío titulado champán cristal

Leí un pensamiento, no recuerdo dónde, ni tan siquiera cuándo, y aún así, lamentándolo, se me grabó en la mente de tal forma que, como un repique espantoso de campanas que llaman a muerto, me asaltaba desordenadamente. La frase, de tan aparente intrascendencia, poseía una armonía perturbadoramente musical: el Champán Cristal es como una llamarada helada de una sequedad tan punzante que, al tragártelo, no parece en absoluto que uno lo haya tragado, sino al contrario, es como si se hubiera evaporado en la lengua y hubiera ardido en una única ceniza dulce y húmeda. Resumía todo el sentimiento sentido en ella y con ella. Esa era la sensación cuando bebí aquel cáliz inmaculado, con una pasión como nunca, con un deseo inmarcesible… Hasta ahora sólo había habido tequila, y en los mejores casos, aquellos en los que creía haber…, sólo mescal.

Realmente estoy mal

Muy mal. Leo y leo, a Baudelaire sobre todo, pero me deja peor. Me gustaría que fuese de otra forma pero no encuentro la manera. Todos los caminos me llevan al mismo lugar. ¡Qué naufragio! Y la música de Billi Corgan tampoco ayuda. O sí. Pero no en la dirección adecuada. Lo dejo de momento porque me empieza a resultar depresivo y desasosegante. La estupidez humana no tiene límites, y la mía tampoco por haberlos sobrepasado. ¿Cómo era aquello?:

Dichi che il fiume trova la via al mare
Che come il fiume giungerai a me
Oltre i confini e le terre assetate
L´amore giungerá
E non so più pregare
E nell´amore non so più aspettare