La podredumbre solo recibirá cieno, vacío, la
nada. Una lenta muerte en las eternas horas de la soledad, intentando descarnar
la piedra angular, creciente, absoluta, con sus solos colmillos, un día y otro
y otro más, durante toda la eternidad, sin conseguir ni tan solo arañarla. Sin poder, tan siquiera, llorar.
31/7/13
4/7/13
Otoño de abril
Beatriz Bolzoni. Yedra de otoño
No es sólo el mar, es su reflejo en la
tormenta lo que sustrae valor al eclecticismo formal de la negación de la nada,
su ausencia como elemento de comprensión del hecho. Atonía. Si pudiésemos ser
decorador de momentos, si supiésemos el valor de las lágrimas de hada, quizás
entenderíamos la inmarcesible belleza, el inigualable poder del color del
otoño de abril.
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