10/3/08

A vueltas con algunas cosas sueltas.

A veces rechazamos la flor que lleva espinas. ¿La rosa es bella por rosa o por ser flor? Es una flor realmente hermosa. ¿Importa lo demás? Con espinas, como debe ser. No hay nada que no las lleve. La vida es así. Para hacerte sangrar. El terciopelo por sí solo no deja sino mirar, pero tampoco deja apreciar más allá de ciertas cosas. Se necesita el dolor, a veces, para sentir, para llegar a apreciar. Pero nos negamos a ello sin tan siquiera mirar o saber las razones que expliquen el por qué. Nos negamos a ver. Somos ciegos en un mundo de ciegos y nos negamos la luz. Sangre para sentir, sangre para vivir. El quejío posee duende y... La belleza, a veces, tiene eso. Pero esta flor es realmente hermosa. Por necesidad, por piedad o por impiedad. ¿Quién sabe? No importa. Lo importante, solo, es que es hermosa. No hay más.

La desesperanza es el peor camino para la razón.

El sueño sólo aplaza, y en un tiempo que no es.

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