Nicolás de Stael. "Le concert".
Esa extraña
combinación que surge del adentro, hoy, y siento aquí, de swing y rap. Es extraño el nexo que es.
¿Qué hay, mientras
tanto, en la infinita inmensidad oculta tras las cortinas de las ventanas que
miran a las calles?
De repente una
trompeta con sordina tras el velo de una voz envuelta en terciopelo.
En el fondo todo es
jazz, sino las formas. Incluso dentro, sin saberlo.
Desde un panel
azul, Dios lo ve todo, tras sus redondas gafas negras, sin cristales. Y sabe –Dios
lo sabe todo-, que todo no es, solo jazz, que la vida no es, es jazz.
No hay nada más. Jazz
sonando en la inmensidad de este holograma infinito que es el universo.
Tras el velo de los
cristales, apenas distraídos rostros, veladas sonrisas, caídas, como las
tímidas hojas, amarillentas, muertas, de un hayedo cayendo, acariciando la
tierra, llorando hacia dentro.
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