8/2/10

Vuelo

“Lo característico del momento es que el alma vulgar, sabiéndose vulgar, tiene el denuedo de afirmar el derecho a la vulgaridad y lo impone dondequiera.”
“El hombre masa no atiende a razones.”
Ortega y Gasset: La rebelión de las masas.

Caminaba con la mirada entre las llamas y sus formas, como un poseso. Sus lenguas amarillas, moviéndose por dentro, en el azul urgente. Estuve, como preso, en cárceles intensas, ansiosas. Babeantes babosas al acecho, con botellas rotas en la mano, vidrio de desecho, esperando el sonido del portazo, para hincarlas en mi alma. Me quedo en el fuego. Porque, ¿quién soy yo?, ¿qué he hecho? Ni idea. Me pienso, pero en la línea que es, que es la que quiero; y me ayudo de esos necios, que como un coro de aduladores estúpidos, apoyan cualquier tesis para así poder seguir del ramal que los guía. Yo no soy de esos, ni perro guía ni oveja, prefiero volar entre el fuego, y quemarme, pero volando. Porque si no hago eso ¿qué soy y a dónde voy?, si sólo soy eso y no hay ni habrá más. Que mala es la renquera y la ceguera, que mala y lisonjera. Quiero, no quiero. Margarita torpe, margarita necia. Engaño al número. Tergiverso el pétalo. Olerla, no deshojarla. Fumo cigarrillos que llenan ceniceros, que inciensan el aire, que aplacan fuegos, y ese aroma oculta otros más placenteros. Y el alma se aquieta entre las volutas grises que suben desdibujando imágenes sobre paredes. Sombras. Nada más que sombras de los tiempos. A veces veo. Interior débil, cuánto te quiero. Qué débiles somos cuando nos creemos fuertes, y viéndonos así seguimos creyendo. Y preferimos lo otro, la languidez de la nada, la estupidez de los otros, y nos ocultamos que nada es nada, simplemente, pero lo vestimos de apariencia. Y lo seguimos, para no estar solos, no vaya a ser que… Llevo calcetines negros con puntos brillantes; zapatos marrones, de piel; pantalón vaquero, ajustado; camisa negra, de algodón suave; un pañuelo al cuello y un abrigo de paño negro; el pelo largo; barba de días; la sonrisa alegre; la mirada ausente; el pensar silente; el paso rápido, elegante. Busco por buscar algo, entreteniéndome, caminando por mi lugar de vida donde van parando y se van quedando, los menos, y los más se van marchando, porque no me acomodo ni me dejo llevar por lo vacuo, por lo fácil, por lo tonto. Mis manos son pequeñas, de suave tacto, de caricias lentas, de recorrer pausado. Así soy y así sigo caminando. Moviéndome entre el espíritu de la desesperanza, de la desesperación, del desaire. Y en él alzo mis alas, y en el lugar de la caída levanto el vuelo, como el ángel expulsado, siempre luchando, siempre queriendo, siempre subiendo. Y mientras, suena en el aire Cymbal rush, puro, elegante y delicado terciopelo negro.

6 comentarios:

Maribel-bel dijo...

En este puzle, asimétrico, lleno de cuadros de colores comienza el camino hacia la recomposición, sin duelos pero con esperanza, subiendo y sin ser expulsado. Un café sin duelos?..Bicos

Dama Negra dijo...

Si me permites seguiré leyéndote me ha emocionado tu escrito, siento la desnudez de tu alma en su más puro estado, soltando todo el lastre de antaño...
Me gusta tu esencia Diego, y tu manera de expresarla felicidades por ello y por regalarnos parte de tu alma es muy grato leerte. Desde Catalunya te dejo mi esencia y mis petons muasssssssssssssssss
(Solo soy un aprendiz... de almas)

Eugenia dijo...

Mi querido Diego:

Me gusta este tío. Ortega y Gasset se llama, no?, me suena el nombre, jiji . Esta frase deberían ponerla enmarcada en tantos sitios, en tantas cadenas de televisión... más que nada pare recordarle a muchos que uno se vuelve más idiota con la idiotez común.

Yo me quedaré hasta que me eches o dejes de quererme. Sobre todo porque sería estúpido irme cuando estoy tan a gusto hurgando en tus rincones y disfrutando de ti, que eres todo menos vulgar; y con quien comparto el no acomodarse a lo vacuo ni a lo tonto. Un lujo.

Sí, te quiero bien; no lo dudes, por eso permanezco cerca, para no perderte.

Mis besos... especiales para alguien muy especial.

Eugenia.

Anónimo dijo...

Un café siempre, Maribel, con duelos o sin ellos, pero de etiopía, por favor, y en su defecto un buen espresso italiano.
La esperanza nunca se ha de perder, pero por lo importante, no por lo que no lo es.
Besos para ti también.
Diego

Anónimo dijo...

Cómo habría de no permitirlo Dama Negra, es un placer que lo hagas.
Halagadoras tus palabras; gracias por verme así y sentirme así, es lo que trato. Y agradecido por apreciar mis palabras y por dejarme tu esencia y tus besos.
Todos somos aprendices, eternos aprendices, pues quien crea que lo sabe todo o es idiota o está muerto.
Un beso.
Diego

Anónimo dijo...

Y ese sentido del humor tan madrileño y que tanto me gusta, Eugenia.
Ni lo uno ni lo otro, ya lo sabes, sería un necio. Hurga a placer, porque es eso, un placer, tu compañía, por ser como eres y por dar tanto y como lo haces. Eso si que es un lujo, y con él me quedo, para sentirme a gusto con tu compañía.
Mil también para ti, y uno más.
Diego