3/1/13

Comienzos

El Comienzo. Virginia Palomeque
 
Podría empezar por “Aquel día fue largo y lluvioso, plomizo como el color de un agua que no paraba de caer, diluvio eterno castigo de unos dioses inclementes”; o quizás así: “Olía a sangre…”, o “Amaneció tarde, como siempre o casi siempre, cuando ya era mediodía o estaba a punto de serlo, y sin embargo parecía medianoche”. Podría ser de esta otra manera: “Hoy no es ayer -y sin embargo lo parece- y esto lo empecé hace tiempo, tanto que ya ni sé, ni recuerdo”. Podría empezar por algo así como “Era una tarde seca cuando abrió la puerta, la sintió como si la hubiese estado esperando una eternidad y ya fuese tarde para todo”; o, “Se sentó aquella noche, la última noche, esperando el amanecer, como se sentaba cada una de ellas, desde que recordaba, a eso de las once”. Otro sería “Cada sábado cogía una silla y se sentaba, con una vaso que rellenaba mil veces con tequila barato, en la terraza, y miraba las ventanas de enfrente, para observar quizás, con cierta envidia mezclada con desdén, a esas parejas que se sentaban y miraban el televisor, esperando que amaneciese un nuevo día, de un nuevo año, de una nueva vida que nunca venía”.
Tantos podría, tantas posibilidades de comenzar a contar. Tantas. Hay mil comienzos, mejores, peores, pero en cada uno de ellos está siempre el deseo de atrapar el alma del que comienza a adentrarse en las letras que se escurren de la tinta al papel. Por eso, siempre pienso, lo mejor es dejarlo ahí, en un sencillo y brillante comienzo. El resto, que sea de cada uno, y el final solo de los dioses.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Era una tarde seca cuando abrió la puerta.....Hoy, para mi, este estaria bien.
Como seguiria Diego? Saludos

Isabel de León dijo...

Empezar es lo mássss difícil...el resto...pura incógnita!!

Para mí podría empezar volviendo...

Saludos de la chica a la espera.

Diego Jurado dijo...

Sería un magnífico comienzo. ¿Ala espera? ¿de qué, quién...? Hacerte esperar es un pecado de lesa humanidad.
Un beso Isabel. Y mil gracias por estar siempre.

Isabel de León dijo...

Yo creo q tengo cara d la eterna paciente penélope...pero ya m stoy aburriendo d tanto ulises perdido en otras vidas...
Esto es desahogo gratuito jajajaja

saluditos de la chica odisea.

Diego Jurado dijo...

Yo creo que ningún Ulises merece a Penélope. La paciencia tiene un límite. Penélope merece el reino y más, y el otro que siga deambulando sin ton ni son.
Y tú...
Un placer la sonrisa que me regalas.
Un beso Isabel