6/8/08

Sobre el humor. O no. Nihilismo. Escepticismo.

¡¿Alguien debería leer un poco más a Emil Cioran?! El más importante filósofo nihilista de nuestra época. Maestro del escepticismo.
Jamás he trabajado, he preferido ser un parásito a ejercer un oficio. He accedido a sufrir una relativa miseria con tal de preservar mi libertad”, decía. Encadenó becas en la Sorbona hasta los 40 años, para que le permitieran comer gratis en el comedor universitario; leyó, escribió y malvivió en hostels juveniles hasta conseguir una buhardilla junto al Odeón, con un alquiler irrisorio; se mantuvo pobre y solitario, rechazó todos los honores que le fueron concedidos, y desdeñó su propia gloria. “Hemos perdido naciendo tanto como perdemos muriendo. Todo.”, decía, y decía también: “Somos y seremos esclavos mientras no estemos curados de la manía de esperar”. Y cosas como: “Quien no ha muerto joven merece morir”; o: “Concebir un pensamiento, un solo y único pensamiento, pero que hiciese pedazos el universo”. Pero también: “Solo es subversivo el espíritu que pone en tela de juicio la obligación de existir; todos los otros, empezando por el anarquista, pactan con el orden establecido”. Y: “La muerte es lo sublime al alcance de cualquiera”.
Algunas obras:
En las cimas de la desesperación
Breviario de podredumbre
El aciago demiurgo
La tentación de existir
El ocaso del pensamiento

Y en estos tiempos tan dañinos para el alma, un descubrimiento que debería haber hecho hace tiempo pero que por razones que van más por lo etéreo que por lo terrenal, más por lo esotérico que por lo exotérico, más por lo despreciable que por su opuesto: Calixto Bieito, el gran Satán del teatro europeo, y es que ahora me ha dado por ir al teatro (¡Qué cosas! Yo, su gran azote), y de ahí… Y dice, Calixto Bieito, y con esto basta sobre el tema, frases como que los nihilistas, a los que se une, de los que se siente, “hemos evolucionado tecnológicamente, pero emocionalmente, poco. No soy un nihilista amargado, a ver. Vamos hacia la nada, pero sin amargura. Yo lo que puedo ser es triste. Tengo melancolía de vaca gallega”.

2 comentarios:

Isaac Montoya dijo...

Excelente reseña sobre dos escritores, no diria filosofos porque ni para ellos mismos era una filosofia. Me ha hincado el bicho de leer a Emil Cioran.

muy buen blog, saludos.

Diego Jurado dijo...

Gracias Zak por tu comentario. Lee, nunca te decepcionará Ciorán.
Saludos.