1/5/11

Ad eternum

Se levantó y se miró al espejo. La misma triste y desangelada imagen de siempre.
No puedo más, gritó en silencio, al tiempo que giraba levemente la cabeza hacia atrás.
Vuelve de una vez, dijo una voz aguda desde el otro lado de la puerta.
Ya voy, le contestó él.
Suspiró. Apagó la luz y volvió sobre sus pasos.

5 comentarios:

LaCuarent dijo...

Me resulta muy inquietante.
Un beso

... yiyia dijo...

la vida se pasa rompiendo espejos a puro grito silencioso...

Diego Jurado dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Diego Jurado dijo...

Y tal vez lo sea, quizá intensamente inquietante.
Un placer tu paso por aquí, y tus palabras, 40añera.
Un beso

Diego Jurado dijo...

O intentándolo Yiyia.
Gracias por estar y quedarte.