12/9/08

Scherzo. El sueño de Mozart/Salieri.


(Un pobre homenaje a Alexandr Pushkin).

A veces me asalta un terrible sueño, mitad desvarío, mitad pesadilla. Soy Mozart perseguido por la sombra de Salieri que se transforma en Salieri perseguido por la sombra de Mozart en un continuo sinfín, hasta que despierto envuelto en un sudor frío y nauseabundo, incorporándome con toda la fuerza de mis músculos, con los globos oculares fuera de las órbitas y las pupilas cubriéndolo todo, en una especie de intento por atrapar esa imagen volátil que supone la sinrazón y el misterio de mi mente.
¿He de buscar en los arcanos de mi consciencia y de mi inconsciencia para tratar de encontrar esa imagen dual que me perturba y me hace sospechar sobra la existencia de algún elemento impúdico, que en los años de mi niñez más temprana rondó por los alrededores de mi pobre mente, expuesta a todo aquel o aquello que quisiera entrar en ella, o de mi pobre cuerpo, elemento pecaminoso, foco de atracción morbosa hacia los elementos concupiscentes que me rodeaban? ¿Seré Mozart? ¿Seré Salieri? ¿O tal vez simplemente estoy loco y me quedan días de existencia, y esto no es sino un síntoma de los postreros días de alguna enfermedad no detectada en mi, y que la magnanimidad de los chamanes se ha negado a decirme que poseo para no ampliar mi ya infinita amargura (según su pobre pensamiento), y de ahí este desvarío tan perturbador? ¿O es tan sólo un juego burlesco de mi mente? Aunque es posible que ambos personajes tengan algo o mucho que ver en todo el entramado de la misión vital que pueda tener y que no alcanzo a vislumbrar. Estudiaré sus composiciones y sacaré conclusiones que con posterioridad expondré, si el tiempo, señor de todo, me lo permite.
Todo se andará.

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