1/5/09

Palabras y silencios

Recuerdo, como una sonata plena de armonía, aquellas palabras de tu boca. Hay algo tan suave y delicado en tu mirada cuando me pides con ella que me acerque a ti, y me recibes, después, entre tus brazos, que me hace estremecer. Me haces sentir mujer de una forma tan absoluta como nunca nada ni nadie podrán hacerlo. Ese instante es tan conmovedoramente especial, tienes una sensibilidad tan exquisita e infinita, que me mece y me adormece, que me extasía, que hace que sólo quiera morir ahí, entre tus brazos, en ti, contigo. Es vida lo que me das. Absoluta vida. Auténtica vida. Verdad. Fuera de ella no existe otra. Por eso soy y quiero. Como tú. Contigo. Conmigo. Los dos. La comunión total.
Ahora mi alma hiede a muerte y ausencia, a estercolero pútrido y fangoso. Los aromas de la tristeza son así. Esencia de hiel. La soledad angosta y opresiva de la ausencia. Te carcome el silencio aterrador que te rodea; las espinas de los ojos que miran; las palabras como dardos, dichas y no dichas, pero oídas; los gestos que te ahogan. Rosal marchito en un lodazal. Is there anybody out there? Nadie. ¿Quién fue? ¿Quién fuiste? ¿Y ahora? Nada, porque nunca tuviste. Todo fue, es y será sólo un lamentable silencio, triste. Y mientras te vas suave, de una forma milagrosa, como sólo puede hacerlo la magia del genio, aparece la música eterna, como dice Haler, una música hermosa y terrible, la música del Don Juan, que acompaña la salida del convidado de piedra, retumbando horribles los compases de hielo por la casa espectral, procedentes del otro mundo, de los inmortales. He amado y he sufrido por toda una vida. Nada hay. Nada queda. Nada soy.

8 comentarios:

Crestfallen dijo...

Delicioso escrito, del recuerdo de lo bello a la desolación posterior...

¿Y ese guiño al Lobo estepario? Tal vez lo mejor sea hacer caso a Mozart y apostar por el humorismo, reirnos de nosotros mismos y del mundo...

Cuidate, besos!

Anónimo dijo...

Leyendolo ahora mas detenidamente, me a venido a la cabeza algo que "escribi" hace tiempo, cuando todavia lo hacia o lo intentaba.

"No sirve de nada ponerse a revolver como un loco armarios en busca de algún recuerdo perdido, ni mucho menos intentar reanimar sentimientos que ya no están ahí, que tal vez se suicidaron o que tal vez el silencio los mató. El mismo silencio oscuro y aterrador que congela y paraliza, que confunde, que hiere, pero que de alguna manera te hace sentir vivo, vivo y muerto a la vez. Silencio y dolor que te recuerdan que el olvido no existe y que el tiempo perdido tan solo es eso, perdido..."

Creo que nunca debería haber abandonado esa costumbre insana de escribir lo que me pasaba por la cabeza porque ahora lo echo de menos y lo que sinceramente quiero, lo que únicamente quiero y deseo, es escribir. Escribir mientras mantengo conversaciones normales para que la mayoría de gente piense que soy una persona absurda y dejarles claro que a mi me da igual.
Como escribio Dostoievsky, "En realidad, el sufrimiento también es una cosa buena. Sufra usted. (...)entréguese a la vida francamente, sin razonar."

Un saludo

Anónimo dijo...

Gracias Mireia. Me alegro de que te gustase. Lo de Hesse, porque estaba escuchando mientras escribía, la ópera deMozart, y recordé que había en el libro un comentario al rspecto y como me venía bien, pues... No me sorprende que lo recononozcas, aunque no es lo usual, lo cual es de agradecer, y me alegra.
Deberíamos hacer caso a Mozart, sí, pero en su forma de entender la vida, como dices, no en el Don Juan.
Un beso.
Diego

Anónimo dijo...

Tal vez sea eso lo que se debería hacer. Tal vez. El olvido no existe, o no debe existir. Olvidr es morir, y morir es triste. Mejor recordar, pero lo bueno, el resto, dejrlo en el rincón de lo que no merece la pena. Los buenos recurdos simpre deben estar ahí.
Buen escrito. Escribir no es insano, es bueno,pero cada uno es quien es y por tanto... Las personas son como son. El mundo está lleno de estupidez. Debemos apartarnos de eso y ser uno mismo, o al menos intentarlo. Cada cual que piense lo que quiera. Yo soy yo, el resto...
Dostoievsky, uno de los grandes clarividentes. Entegars a vivir, pero sabiendo vivir. La mayoría de las persona sólo sobreviven.
Un saludo.
Diego

Crestfallen dijo...

Caí en lo del Lobo estepario porque en el texto citas a Haler (no era Haller?) y porque hace unos días en un comentario tuyo también sacaste a colación dicha obra de Hesse.
Pero no me preguntes demasiado acerca de libros que he leido porque tengo muy mala memoria jeje
Un besazo!

Anónimo dijo...

Era Haller. Este maldito teclado. Dije que lo cambiaría y aún lo tengo. Hay que corriger mil veces y a veces se me pasa. Aquí no lo hago, pero enlos textos sí, y aún así siempre se me cuela algo.
¡Menos mal que ienes mala memoria!
Otro ara ti.
Diego

AnDRoMeDa dijo...

Lo había leído hace días y juré que había dejado mi marca aquí ¬¬
Me equivoqué pero aquí estoy. Genial escrito, Diego. Como siempre muy intenso y conmovedor. Nadie conoce mejor la tristeza hasta dar con ella, atravesarla, aprenderla. Las formas en que la describes te dan el derecho de decir: sí, la conozco y escribo sobre ella.
Gracias por compartir esto.
Un beso grande y espero leerte pronto.
Andro.*.

Anónimo dijo...

Grcias Andro. Todo un placer, como siempre, verte por aquí.
Par halar dela tristza, como dices y dices bie, creo que hay que saberla, y para ello hay que hberla vivido con intensidad. Tienes toda la razón del mundo.
Gracias a ti.
Otro para ti.
Diego