30/9/09

Juego

No es por ahí por donde voy. No por los grises sino por el azul. Jugando el juego. Si el cielo llama no me niego. Sería un necio y no lo soy. Creo, o espero no serlo. Puedo vivir en el color, incluso en el negro, pero no en los grises, ahí muero. Entorno las puertas, nunca las cierro. Para salir, para entrar. Todo se adorna cuando las ondas de música inundan el universo. Alas suaves en aromas de tierra mojada, en lluvias que caen acariciando mi cara desde las nubes bajas, amables. Estoy donde quiero, donde espero estar, donde siento. Ahora soy. Ahora quiero.

Y juego. Juego donde termina todo y donde todo empieza. En el firmamento. Con la suave luz de la luna sobre mí. Acariciando. Y el payaso que llevo dentro reaparece de nuevo, en silencios lentos, requebrando, sonriendo. Y escribo las palabras que siento, porque no puedo llorar y hablar al mismo tiempo. Y lloro dibujando sonrisas de terciopelo.

No rechazo las raíces que siento, que se me hincan dentro, en los recuerdos que más quiero. Rizomas del alma. Noto su suave avance, su sonido amable, su silencio quieto. Miro el blanco fulgor de la nieve. Hay lirios esparcidos que derraman lisura de aquellos espejos donde se reflejan imágenes de sedas transparentes movidas por el viento.

Me levanto para jugar el juego de los colores, de los sonidos. Ahí, en los espacios que más quiero. Donde siento.

4 comentarios:

sky walkyria dijo...

sentir,
escuchar,
re-vivir,
seguir soñando
besos

Anónimo dijo...

Seguir diciendo, seguir viviendo y reviviendo, seguir estando, seguir ahí, siendo.
Un beso.
Diego

Ruth Carlino dijo...

Lo gris es como lo tibio, ni frío ni caliente, las medias tintas a mí tampoco me van.

Me recuerda a una cita del apocalipsis: "Y como que no eres ni frío ni caliente, en cuanto eres tibio, yo te vomitaré de mi boca"

Ciertamente serías muy tonto, si el cielo te llamase y no corrieras tras su llamada. Ahí está el truco de saber escuchar, de saber ver, de saber embriagarse de los hermosos detalles que adornan nuestra vida.

Besos.

Anónimo dijo...

Y lo difícil que es eso para tanta gente. O no. Pero es cómodo vivir en la otra parte. Grises, tristes colores. Lo peor es la apariencia de los otros, por fuera, y gris por dentro.
La Biblia tiene frases que abruman, por perfectas, por bellas. Sabiduría de siglos.
Un beso, Ruth. Siempre un placer.
Diego