22/1/10

Los sonidos del silencio

Gime el viento en susurros eternos, de llanto, de tempestades, levantando arena, rasgando. Ya sólo hablan las voces de los muertos; y de sus voces, un ruido que rompe el silencio -la música de Dios- con sus gritos, con sus quejidos, con sus lamentos, emerge negro. Y es que no tienen bastante con estar muertos. No susurran, no murmuran, gimen en gritos de espanto.

Y siento un vértigo diferente a cualquier otro vértigo, a todos los vértigos, como el pánico en los ojos de una madre cuando acoge entre sus brazos a su hijo muerto.

Pero la piedra habla, quedo pero habla; la piedra está viva. Sólo hay que saber escucharla, saber mirarla, apreciarla en su belleza estática, de siglos, sagrada.

La vida es sabia y se expresa. Sólo hay que amarla, olerla, acariciarla. Todas las respuestas están en el camino viejo, en el camino largo, en el camino eterno.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como solo puedo leerte los fines de semana leo todos los que me he perdido. Y te dire que me gustan muchisimo estos ulimos. Como todo y todos vas por epocas y esta me gusta a mi.
besos


Llum

Anónimo dijo...

Hola guapa. Me alegro, de que te gusten, no de que sólo puedas leer los fines de semana; pero sé que disfrutas a diario, y me alegro de ello.
Me gusta que te guste esta época.
Un beso.
Diego