3/12/07

Todo es tan vano como insustancial

Siempre es difícil creer que no volverás a tropezar, y aunque es fácil volverse a levantar cuando el daño es reparable, no deja de ser un ladrillo más que añadir al muro de una confianza maltrecha. Se tarda toda una vida en conseguirla y basta un día para perderla. El juego del despropósito es dañino, más si cabe en lo tocante a los sentimientos. Qué fácil es salirse del camino elegido para caer en el error una y otra vez. Y es que no escarmiento. ¡Cuánta estupidez! Sin duda merecida, porque si no... Que el Dios de los mediocres se apiade de mi lamentable alma y elimine el poso de amargura que aquella ha dejado en mi. Volvamos atrás y desde lo conocido evitemos de nuevo el error, o al menos salgamos de él con las armas utilizadas por las palabras y los pensamientos que permitieron hacerlo ya una vez, y confiemos en que la vida, en su belleza, me permita seguir por el camino trazado, del que nunca me debí apartar, y confiando, porque si no...
Vivir, que amarga decepción a veces, por la confianza depositada, pero que gratificante experiencia, aunque en ocasiones la oscuridad se enseñoree del alma de uno, como en este momento. Sea, pues no puede ser de otra forma, y mejor así, porque quizás, o sin duda, no era. Bebamos absenta y pensemos que la creación es hermosa e intentemos seguir. O no. Brindemos por el Arte y alejemos de nosotros todo lo nefando. Por que para qué, si al final todo es nada y en lo que creiste y en quien creiste no son sino pura y vana ilusión.
Pero sigue siendo oscuro, como la tumba donde yace mi amigo.

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