2/1/08

Algunas cosas sueltas. Oposiciones.

La realidad siempre es inferior a la esperanza, de ahí la gran abundancia de fracasados; lo mejor, lo necesario, es la desesperanza, cuna de las grandes creaciones y las muertes prontas.
Sentarme a esperar no es de mi gusto, no me apetece ver la vida pasar sin vivirla. Es aburrido.
La vida se me viene encima como una losa de mármol frío con la fecha de nacimiento y de deceso escritas en ella, en letras negras, con relieve, y una cruz de largos brazos, como un ángel caído que ocupase el espacio del gris veteado de blanco que hay entre el negro de las letras y el ocre de la tierra.

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